Debido al lógico afán humano de añadir vida a los años, cobran vida enfermedades que, antiguamente, eran de muy baja incidencia. Es el caso de la disfunción eréctil, trastorno muy frecuente que afecta en mayor proporción a la población masculina a partir de los 40 años.
¿Qué es la disfunción eréctil?
La disfunción eréctil se define como la incapacidad de obtener y mantener una erección satisfactoria durante el acto sexual, tanto en potencia como en el tiempo que se mantiene la misma. Pero tranquilo, un fallo esporádico no significa que padezcas disfunción eréctil, la situación ha de repetirse a lo largo de al menos 3 meses.
El origen de la disfunción eréctil puede ser por causas orgánicas o causas llamadas psicógenas. La causa orgánica suele darse en hombres a partir de mediana edad, caracterizándose por tener un inicio lento y suele tener un factor vascular, neurológico u hormonal. En cuanto a la causa psicógena, suele darse en varones jóvenes y el inicio es brusco. Puede coincidir en el tiempo con problemas de pareja o personales que afecten al bienestar psíquico.
Factores desencadenantes de la enfermedad
La edad es el principal factor de riesgo para la aparición de este trastorno, seguido de sedentarismo, obesidad, tabaquismo, hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipemias y otras enfermedades cardiovasculares. Mención aparte son el alcohol y drogas varias (cocaína, cannabis, anfetaminas…) que a pesar de que aumentan el deseo sexual, pueden producir disfunción eréctil .
Patologías asociadas a la disfunción eréctil
Se considera que la disfunción eréctil es un buen marcador precoz de algunas patologías como:
-Hipertensión arterial
-Diabetes mellitus
-Dislipemias
-Otras enfermedades cardiovasculares.
En muchas ocasiones aparece como síntoma precoz de un problema más serio, por ello, un rápido diagnóstico de disfunción eréctil puede permitir establecer medidas preventivas, algo muy importante para mejorar la salud del hombre.
Tratamiento
Hay que hacer hincapié en la eliminación de factores de riesgo modificables que puedan agravar o provocar dicha disfunción, es decir, es fundamental la modificación de los hábitos de vida: alimentación equilibrada, peso adecuado, actividad física y evitar tabaco/alcohol. Si con estas medidas no hay mejora, habrá que recurrir al tratamiento farmacológico.
Los fármacos usados para la disfunción eréctil son los llamados inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5. Este grupo de fármacos lo constituyen el sildenafilo, vardenafilo y tadalafilo, fármacos con una efectividad elevada, en torno al 80%. Todos ellos han de tomarse aproximadamente 1 hora antes del inicio de la actividad sexual. Vardenafilo y tadalafilo pueden tomarse con o sin alimentos y sildenafilo en ayunas (con alimentos el inicio de su acción podría retrasarse). Además, todos ellos necesitan estimulación sexual para ser efectivos.
Mensaje que queremos transmitir
Finalmente, hay que comentar que los hombres tardan un par de años en acudir al médico tras sufrir los primeros síntomas de la disfunción eréctil, es por ello que el mensaje que queremos hacer llegar es:
“Ante cualquier signo o síntoma, consulta con tu médico o farmacéutico. ¡Cuida tu salud! ”.
Publicado por:
Julia Sánchez Gundín
Residente Farmacia Hospitalaria