Hierro: piedra angular en la anemia

Publicada el 02 febrero 2014 por María Mejía Recuero

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La hemoglobina es una proteína que se encuentra en el interior de los glóbulos rojos, en la sangre, y cuyo objetivo es transportar el oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos.

La anemia se produce cuando la concentración de hemoglobina en sangre disminuye, valor que se puede detectar rápidamente mediante un análisis de sangre. Ésta disminución de la concentración puede producirse por muchas causas, pero nos vamos a centrar en una de ellas, el déficit de hierro.

El hierro

El hierro forma parte de la hemoglobina, por lo que si tenemos un déficit de hierro, nuestro organismo no puede fabricar la proteína y entonces estamos ante una anemia ferropénica.

En primer lugar aparece la ferropenia, es decir, el déficit de hierro, y cuando éste se mantiene a lo largo del tiempo, es cuando aparece la anemia como tal.

El problema es que nuestro organismo no es capaz de sintetizar hierro, es por ello que debe obtenerlo a través de los alimentos, aunque también lo recicla de los glóbulos rojos viejos para formar nuevos. De esta manera, el cuerpo mantiene unas adecuadas reservas de hierro disminuyendo en la medida de lo posible su eliminación y rellenando los depósitos con la alimentación.

Sin embargo, varias situaciones pueden alterar este equilibrio:

–          Aumento de la pérdida de hierro, como consecuencia de pérdida de sangre:

  • Menstruación: una menstruación abundante o prolongada es una causa muy frecuente de anemia en mujeres jóvenes.
  • Parto.
  • Mioma en el útero, que en ocasiones cursa con sangrados excesivos.
  • Sangrado crónico interno: principal causa de anemia ferropénica en varones y mujeres postmenopáusicas. Normalmente son pequeños sangrados gastrointestinales que pasan desapercibidos y que se producen durante un largo periodo de tiempo. Aunque también se pueden producir sangrados gastrointestinales más llamativos en los que se observarían heces completamente negras (como consecuencia de la degradación de los glóbulos rojos que se produciría por su paso a lo largo del intestino)  o incluso con sangre roja fresca.

El sangrado interno puede ser secundario a varices esofágicas, hernia de hiato, úlcera péptica e incluso al consumo de ciertos medicamentos gastrolesivos, como el ácido acetilsalicílico y los antiinflamatorios no esteroideos (AINES).

–          Disminución de la absorción, que puede deberse a una nutrición insuficiente o a alguna alteración del tubo digestivo que impide la correcta absorción del hierro ingerido:

tornillos

  • Aporte insuficiente en la dieta: en lactantes, vegetarianos, embarazadas…
  • Algunas patologías pueden disminuir la absorción de hierro como ocurre en pacientes con enfermedad de crohn o celiaquía. Algunas cirugías, como la gastrectomía (extirpación de parte o totalidad del estómago), pueden desencadenar en un alto porcentaje una disminución de la absorción de hierro.
  • Ingesta de algunos medicamentos que interaccionan con el hierro y disminuyen su absorción:
    1. Antiácidos.
    2. Antibióticos: las tetraciclinas interaccionan con el hierro disminuyendo la absorción de ambos, tanto del hierro como la del antibiótico.
  • Ingesta de algunos alimentos: el té y los productos lácteos o con alto contenido en calcio  disminuyen la absorción de hierro.

¿Tengo anemia?

El organismo tiene una serie de depósitos de hierro para poder utilizarlos en caso de necesidad, pero cuando esos depósitos se agotan, comienzan los síntomas:

  • Cansancio, también conocido como astenia. Se trata de un síntoma estrechamente relacionado con la anemia, ya que al disminuir la hemoglobina, disminuye el transporte de oxígeno a los tejidos.
  • Palidez.
  • Uñas quebradizas.
  • Dolor de cabeza.
  • Problemas para mantener la concentración.

Diagnóstico:

Su diagnóstico se puede hacer a través de una analítica en la que se observan las siguientes alteraciones:

Concentración de hemoglobina (Hb), que está disminuida en la anemia. Los valores normales de referencia son distintos para varones y mujeres.

Varones> 13 g/dl

Mujeres >12 g/dl.

También se analiza el hematocrito, que es el porcentaje del volumen total de la sangre compuesta por glóbulos rojos y en la anemia ferropénica se encuentra disminuido.

Otro valor a analizar es el volumen corpuscular medio, que se encontraría disminuido.

Además, se puede completar el diagnóstico con un estudio del metabolismo del hierro, que incluiría, al menos, la ferritina sérica y el indice de saturación de transferrina, ambos disminuidos en anemia ferropénica.

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Autora: María Mejía Recuero.
Licenciada en farmacia y Especialista en Farmacia Hospitalaria.
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